
Cientos de miles de pasajeros en tierra por el cierre de aeropuertos en más de una veintena de países, personas que cruzan Europa en autobús, coches particulares, taxis, trenes, o se pelean por un ticket de ferry... El transporte por carretera en Europa ha colgado el cartel de no hay billetes. La naturaleza está echando un pulso a la modernidad. Las cenizas han viajado 2.894 kilómetros y contra ellas no parece haber otra arma que la paciencia. Para los frustrados viajeros del transporte aéreo o para los curiosos, Internet es una ventana instantánea que puede llevar el volcán al salón de su casa o también ahorrar mil vueltas en la terminal de un aeropuerto en busca de información. (El País)

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