El
perfil topográfico que tenemos que comentar es una diagonal que une los Picos
de Europa con Mulhacén. Atraviesa el territorio peninsular español en un mapa a
pequeña escala. Refleja todas las unidades morfoestructurales del relieve.
Corresponde aproximadamente a la separación entre el área silícea y la
caliza-arcillosa. En su comentario haremos el recorrido de norte a sur.
En
primer lugar, nos encontramos con los Picos de Europa, los cuales
pertenecen a la Cordillera Cantábrica. Se trata de uno de los rebordes
montañosos de la Meseta. Están formados por calizas de la era secundaria que se
plegaron con la orogénesis alpina durante la era terciaria, y que constituye un
relieve jurásico. Tiene las mayores alturas de la Cordillera Cantábrica en:
Torre de Cerrado, Peña Vieja y Naranjo de Bulnes, que alcanzan los 1000 m.
A
continuación comienza la Meseta y nos encontramos con la Cuenca del Duero.
Constituye la submeseta norte, con una altura de 800-850 m y casi toda cerrada
por una montaña. Era una zona hundida que se formó como consecuencia de la
orogénesis alpina de la era terciaria. Hoy está colmatada con sedimentos de
arcillas, y margas, constituyendo una llanura ligeramente ondulada tal como
observamos en el perfil. Esta forma de relieve es una campiña; está recorrida
por la Cuenca del Duero. En ella como consecuencia de la erosión hay un relieve
residual de cerros testigo u oteros, es decir, duras calizas de los páramos que
han resistido.
Le
sigue el Sistema Central, que es una de las sierras interiores de la
Meseta. Se formó en la era terciaria cuando la orogénsis alpina fracturó el
zócalo de la Meseta y elevó algunos bloques. Es de roquedo primario: granito,
pizarra, neis, que origina, como consecuencia de la erosión del agua, un
relieve de canchales (acumulación de bloques de granito al pie de las montañas)
y de berrocales (bolas graníticas). Posee un relieve vigoroso con alturas que alcanzan los 2000 m. Por otra
parte, destaca porque divide la Meseta por la mitad en submeseta N/S. Sus
sierras más destacadas son Somosierra, Guadarrama, Gredos, Peña de Francia y
Gata.
A
continuación nos encontramos la Depresión del Tajo. Se trata de nuevo,
de una cuenca sedimentaria en el interior de la Meseta, formada en la era
terciaria, cuando la orogénesis alpina hundió bloques que fueron llenados con
sedimentos terciarios de margas y arcillas. Forma, como se ve en el perfil, una
llanura con una altura entre 500-700 m,
que se denomina campiña, recorrida por el Tajo y salpicada de cerros
testigo.
Le
siguen los Montes de Toledo, sierra interior de la Meseta formada en la
era terciaria con la orogénesis alpina que levantó algunos bloques, dividiendo
en dos la submeseta sur, y separando las cuencas del Tajo y del Guadiana. Son
de roquedo primario (granito, pizarra y neis). Y sus cumbres son planas, no
superando los 1000 m. Su sierra más destacada es la de Guadalupe.
La
Depresión del Guadiana, es de nuevo una cuenca sedimentaria del interior
de la Meseta. Se formó en la era terciaria cuando la orogénesis alpina provocó
fallas y hundió bloques de la Meseta que fueron rellenados por sedimentos
terciarios de margas y arcillas. Constituye una llanura baja, campiña modelada
suavemente por el Guadiana. En ella encontramos, también la presencia de cerros
testigo.
A
continuación nos encontramos con otro reborde montañoso de la Meseta, Sierra
Morena, la cual se levantó en la era terciaria con la orogénesis alpina. No
es propiamente una cordillera sino un brusco escalón que separa la Meseta del
Valle del Guadalquivir. El color oscuro del roquedo paleozoico y de su
vegetación, la jara, le da nombre. Sus sierras más destacadas son: Madrona,
Pedroches y Aracena.
El
valle del Guadalquivir, antes mencionado, constituye una depresión
exterior de la Meseta. Era una cuenca que primero estuvo abierta al mar. Luego
se convirtió en un lago litoral o albufera y más tarde, por colmatación, en
marismas pantanosas. Se rellenó con arcillas, calizas y margas marinas. El
relieve, dado el predominio de las arcillas, modela campiñas suavemente
onduladas. Cuando surgen los mantos de caliza se forman mesas y cerros testigo
o alcores.
La
última unidad morfoestructural de nuestro perfil, es el Mulhacén. Se
trata de la mayor altura (3481 m.) de la Cordillera Penibética y de la
Península Ibérica. La cordillera Penibética a la que pertenece, es uno de los
conjuntos de las cordilleras Béticas, unidades exteriores de la Meseta. Se
formó en la orogénesis alpina de la era terciaria al plegarse los materiales paleozoicos
depositados en las fosas oceánicas béticas.
De
la observación y comentario anterior del perfil topográfico, deducimos que
refleja todas las unidades morfoestructurales del relieve peninsular español,
entre las que destaca la Meseta como unidad fundamental y entorno a la cual se
dispone todo el relieve peninsular. (Profesora Sandra)
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