1/12/16

Vamos a trabajar "la esclavitud"

"¡Dioses celestiales!, ¡Qué hombres tan miserables había alli! Hombres cuya piel estaba pintarrajeada por los cardenales amoratados de los latigazos, cuya espalda cubierta de llagas, estaba más semioculta que protegida por unos harapos hechos trizas. Algunos cubrían tan sólo su bajo vientre con un exiguo taparrabos. Todos los demás iban vestidos con túnicas tan destrozadas que, a través de sus jirones, dejaban ver totalmente sus cuerpos; su cabello, rapado por uno de los lados; sus pies, presos en grilletes. Tenían la tez terrosa y deformes los párpados corroidos por las humeantes tinieblas del horno tenebroso y ardiente, hasta el punto de que estaban casi ciegos. Mostraban sus miembros una blancura repulsiva, por ir cubiertos de una ceniza de harina, a la manera de los púgiles, que luchan después de salpicarse el polvo."
(Esta es una descripción de los esclavos que trabajaban en un molino de harina, hecha por el escritor Apuleyo, hacia el año 157 d.C.
Texto extraído de Pincha aquí para ver fuente

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